Usa lentes de contacto. Las lentes de contacto, popularmente conocidas como lentillas, proporcionan los mismos resultados que las gafas con alguna ventaja añadida. Hoy en día están indicadas para casi todos los defectos visuales más comunes, como son la miopía, astigmatismo o la hipermetropía, incluso para problemas más complejos como el queratocono o la presbicia (vista cansada).
Ventajas de las lentes de contacto
Muchos son los beneficios que presenta este método de corrección visual respecto a las tradicionales gafas: el principal, indudablemente, que mejora la visión periférica y la calidad de óptica. Pero también tiene otras ventajas. A continuación te enumeramos las más importantes:
- En primer lugar, y a diferencia de las gafas, las lentes de contacto en general no se caen ni se empañan, ni se mojan con la lluvia.
- Además, son apropiadas para altas dioptrías de miopía o tras una operación de cataratas, ya que la visión es mejor. Lo mismo ocurre si las córneas han sido dañadas por enfermedad o una lesión traumática.
- Por otra parte, son la solución más práctica para realizar actividades deportivas o para quienes realizan tareas en las que la utilización de las gafas no es del todo cómoda.
¿Para cuantas dioptrías hay lentillas?
Una duda frecuente entre las personas con defectos visuales es desde que dioptrías se pueden utilizar las lentes de contacto. La respuesta es sencilla: No hay un mínimo establecido para utilizarlas. Existen lentes de contacto desde 0.00 D (que pueden ser cosméticas, terapéuticas, etc.) hasta una alta graduación. De hecho, hay laboratorios que fabrican lentes de contacto por encima de 30 dioptrías.
Las lentillas se adaptan a ti
El tipo de lentes de contacto más adecuado para cada usuario depende de su actividad diaria, e incluso de su edad.
En el caso de los deportistas y de los niños, está más indicando el uso de lentes de contacto blandas, y más concretamente las de reposición diaria, ya que necesitan cuidados y si se pierde una, no implica un desembolso adicional de dinero. Simplemente hay que abrir un paquete nuevo. Este tipo de lentes de contacto también son muy recomendables en el caso de alergias o de intolerancias a las mismas.
En el caso de las personas mayores, las más recomendadas son las lentes de hidrogel de silicona, que permiten, por la alta dosis de oxigenación que aportan al ojo, incluso dormir con ellas, por lo que no hay que cambiarlas con tanta asiduidad. Este tipo de lentes de contacto son ideales para aquellas personas con menor habilidad manual o aquellas personas que tengan un pulso más deficiente.
En cualquier caso, siempre será el óptico-optometrista contactólogo quien nos indique si nuestros ojos pueden adaptarse al uso de las lentes de contacto y cuáles son las más adecuadas para nuestro caso y nuestras necesidades.
Además, después de empezar a usarlas, siempre deberás acudir a él anualmente para comprobar tu adaptación a las mismas y tu salud ocular.
Tipos de lentes de contacto
En la actualidad existen dos tipos principales: las lentes blandas y las lentillas semirrígidas, permeables a los gases (RPG).
Las lentes de contacto blandas están fabricadas con plástico hidrofílico o hidrogel de silicona. Se conservan húmedas, de manera que permanecen flexibles y se adaptan fácilmente a la forma de la córnea.
Para muchas personas, es el tipo más cómodo de lentes de contacto.
Las lentes de contacto rígidas permeables a los gases (RPG), también llamadas semirrígidas, están fabricadas en un material plástico muy duradero y ligeramente flexible, que deja pasar oxígeno a la córnea. Son más fáciles de cuidar que las lentes de contacto blandas, por lo que han reemplazado a las lentes duras de polimetilmetacrilato antiguas (PMMA), que no oxigenaban la córnea y, por ese motivo, suponían un riesgo mayor de lesiones en la misma.
Dentro de las lentes de contacto blandas, las que más aceptación tienen por parte de los usuarios son las lentillas desechables y las lentillas cosméticas. A continuación te explicamos un poco más de cada una de ellas.
Lentes de contacto desechables: cómodas y prácticas
Las lentes de contacto desechables han ido evolucionando principalmente porque cada vez más los usuarios demandan un producto práctico y sencillo que proporcione una mayor comodidad.
Por todo esto, las lentes de contacto, que empezaron siendo mucho más duraderas, pero que, como se comprobó con el paso de los años, permitían una menor hidratación y oxigenación de la córnea, han pasado por un continuo desarrollo, permitiendo que en la actualidad se puedan llegar a estrenar un par de nuevo cada mes, cada semana o cada día.
Esto es así porque gracias a los nuevos materiales, se permite el paso de hasta cinco veces más oxígeno a través de la lente desechable que en una lentilla de contacto tradicional. Se consiguen así unos ojos con una apariencia más sana y natural.
Además, gracias a los nuevos sistemas de hidratación, la lente de contacto tiene una mayor comodidad en la inserción, y es más fácil conseguir mantener la el confort durante todo el día y prolongar la comodidad todos los días de su uso.
Lentes de contacto cosméticas: miradas de color
Desde hace años, las lentillas cosméticas o de color se presentan como una solución estética para aquellas personas que quieren cambiar su color natural de ojos, e incluso para simular el efecto de los ojos de un animal o personajes de ficción. Los avances en este sector han permitido que se conviertan en una herramienta más del mundo del maquillaje y la caracterización.
Además, existen lentes de contacto cosméticas que nos ayudan en casos de traumatismos oculares, y otras alteraciones estéticas que puedan existir en la superficie ocular. Usa lentes de contacto si quieres cambiar la apariencia de tus ojos.
Si bien es cierto que antes el efecto que se conseguía resultaba antinatural, en la actualidad se ha llegado a un realismo casi absoluto.
Por otro lado, este tipo de lente se puede graduar, por lo que las pueden usar personas que requieren corrección visual (que tengan miopía, hipermetropía, astigmatismo o vista cansada).
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