Las lentes de contacto tienen un público objetivo creciente en los adolescentes. Aunque las lentillas se pueden utilizar desde la infancia, la adolescencia es la etapa ideal para empezar a disfrutar de sus múltiples ventajas.
Así, las lentes de contacto en adolescentes ofrecen una visión perfecta. De hecho, tanto un niño de 10 años con una persona de 80 pueden beneficiarse de su uso. Sin embargo, una de las mejores etapas para empezar a utilizarlas es durante la adolescencia.
Al llegar a esta edad, los jóvenes son capaces de asumir más responsabilidades que cuando eran niños. Por ejemplo, ocuparse de las lentes de contacto no supone ningún problema, ya que el mantenimiento de las lentillas resulta muy fácil. Además, los adolescentes prestan gran atención a su aspecto físico, y muchos jóvenes con graduación, optan por las lentes de contacto porque no les gusta salir de casa con gafas.
Por otra parte, los beneficios no se quedan ahí. De hecho, la mayoría de los jóvenes practica algún deporte y las lentillas ofrecen una visión más estable y un campo de visión más amplio que las gafas. Incluso, tienen la ventaja de que tampoco se empañan, ni tienen riesgo de que se caigan y se pierdan durante un partido de fútbol o con la práctica de cualquier otro deporte.
Ventajas de las lentes de contacto en adolescentes
A continuación te descubrimos estas y otras ventajas de las lentes de contacto durante la adolescencia.
- En primer lugar, no modifican la apariencia. Así, si no quieres alterar tu aspecto, las lentillas son mejor alternativa a las gafas. Además, en caso de que te apetezca probar un nuevo color para tus ojos, siempre puedes recurrir a las lentillas cosméticas.
- En segundo lugar, garantizan una calidad visual insuperable. Ciertamente, las lentes de contacto en la adolescencia proporcionan una visión más natural que las gafas, ofreciendo una mejor percepción de profundidad y un menor nivel de distorsiones. Además, también evitan los incómodos reflejos de la superficie de las lentes.
- En tercer lugar, ofrecen libertad para la realización del deporte. Así, las lentillas no interfieren en la práctica del deporte, bailar o participar en cualquier actividad física. Por ello, al no tener montura, no limitan la visión lateral o periférica, ampliando el campo visual. Del mismo modo, tampoco se deslizan por la nariz, ni ejercen presión, y no hay apenas riesgo de que se rompan las lentes. Además, si la actividad requiere utilizar alguna protección sobre la cara, resulta más cómodo llevarlas sobre las lentes de contacto.
Las lentes de contacto permiten las prácticas deportivas en los adolescentes
- No debemos olvidar, además, que algunas lentes de contacto están disponibles con tinciones especiales que aumentan el contraste, con la finalidad de percibir con más claridad los balones y otros objetos en el campo de juego.
- Por otra parte, resultan muy cómodas. Así, los nuevos diseños de lentillas de contacto garantizan una comodidad mayor. Por ello, son el mecanismo de corrección de las ametropías, como son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo que más agradecen los adolescentes. Además, la mayoría de estas lentillas están fabricadas con materiales blandos que apenas se percibe en cuando las llevamos puestas.
- Asimismo, su mantenimiento es muy sencillo. Empero, el mantenimiento de las lentes de contacto es más fácil que nunca. Así, normalmente sólo se necesita la solución única y el portalentes. Por otra parte, las lentillas desechables diarias ni siquiera requieren de ese mantenimiento, ya que se descartan el final de cada jornada.
El mantenimiento de las lentillas es sencillo hoy día
- Además, son fáciles de poner. Normalmente, muchas personas que nunca han utilizado lentillas muestran grandes reticencias porque piensan que no aprenderán a colocárselas en el ojo. Nada más lejos de la realidad: con muy poca práctica y siguiendo las instrucciones del contactólogo pronto te darás cuenta de que resulta muy fácil su manipulación y no ocasionan ninguna molestia una vez puestas en los ojos.
- Por otra parte, la práctica de deportes requiere de una visión perfecta. Por ello, los adolescentes prefieren el uso de las lentes de contacto para realizar prácticas deportivas y tareas de actividades al aire libre.
- Obviamente, requieren de un cuidado, pero su uso apenas entraña riesgos. Es decir, utilizar lentes de contacto resulta muy seguro si la persona respeta las indicaciones de su óptico-optometrista en cuanto a la limpieza y mantenimiento de las mismas, así como de su reemplazo. Por ello, un correcto uso de las lentes de contacto, sobre todo en adolescentes, permite minimizar el riesgo de infecciones y trastornos oculares.
- Por último, protegen frente a la radiación ultravioleta. Así, algunas lentes de contacto blandas ofrecen protección frente a la radiación ultravioleta nociva del sol, que se asocia con un mayor riesgo de padecer cataratas y otros problemas oculares. De todos modos, esto no quiere decir que no se necesite utilizar gafas de sol para proteger las zonas que no están cubiertas por los lentes de contacto, como son el resto del ojo y los párpados.
Mitos sobre las lentes de contacto
Inicialmente, en torno a las lentes de contacto siempre rondan una serie de mitos. Generalmente, son muchos los adolescentes que nos dicen que no quieren llevar lentillas porque temen la posibilidad de que se les vaya “por detrás del ojo”. Sin embargo, hemos de decir, que la posibilidad de que la lente se desplace y se quede atrapada en la parte posterior del ojo no puede ocurrir. De hecho, esto es imposible, ya que existe una membrana entre la parte anterior en la parte posterior llamada conjuntiva, que impide la comunicación entre la parte anterior y la parte posterior del ojo. Si quieres, puedes desplazar tu párpado inferior hacia abajo levemente y podrás ver el fondo del “saco conjuntival” que impide que la lentilla vaya a la parte posterior del ojo.
¿Todos los adolescentes que tengan graduación pueden llevar lentillas?
Lógicamente, la mayoría de las personas que necesitan corrección óptica que utilizan gafas pueden llevar lentes de contacto sin problemas. De hecho, los nuevos materiales y técnicas de fabricación han hecho que las lentillas sean más cómodas, seguras y fáciles de usar.
Sin embargo, en algunos casos la existencia de un problema visual podría dificultar o impedir el uso de lentes de contacto. Por ejemplo, así ocurre cuando un paciente es propenso a padecer conjuntivitis, infecciones oculares o sequedad, o si ocurre que el paciente estudia o trabaja en un ambiente lleno de polvo o productos químicos.
El contactólogo o el oculista te pueden decir si eres apto para el uso de lentillas, y nosotros te las conseguiremos de reposición al mejor precio garantizado. Si ya usas lentes de contacto, no dudes en visitar nuestra tienda online de lentes de contacto.
Eligiendo la modalidad de lentillas más adecuada
Inicialmente, si no tienes una idea muy clara de qué tipo de lentes de contacto y modalidad de reemplazo es la que más te conviene, no te debes preocupar.
Además de tus preferencias, tu contactólogo evaluará aspectos tales como la estructura de tu ojo, la calidad de tu lágrima y la agudeza visual. De esta forma, podrá elegir el diseño que ofrece el mejor resultado para tu problema visual y aquel que te resulte más cómodo.
Para simplificar, diremos que las lentes de contacto se pueden dividir en tres grandes grupos:
- En primer lugar tenemos las lentes de contacto blandas, que se caracterizan por su comodidad y facilidad de adaptación. Incluso las personas conozco sensibles pueden acostumbrarse a ellas fácilmente. Por otra parte, estas lentillas blandas se pueden dividir en dos tipos: las lentes blandas convencionales corrigen la miopía y la hipermetropía mientras que las tóricas se utilizan para compensar el astigmatismo.
- En segundo lugar, existen las lentes de contacto permeables a los gases, que proporcionan una óptima calidad visual y son muy duraderas, aunque su adaptación requiere un poco más de tiempo.
- Por último, disponemos de las lentes de contacto híbridas, con una zona central fabricada con un material permeable a los gases y una zona periférica hecha de un material blando. Así, este tipo de lentillas son utilizados en el tratamiento de algunas patologías oculares.
Si quieres utilizar lentes de contacto, recuerda…
En resumen, debes saber que la mayoría de los problemas asociados a las lentes de contacto son consecuencia de prácticas incorrectas por parte del usuario. Por eso, ten siempre presentes estas recomendaciones:
- Por un lado, no excedas los plazos de reemplazo de los lentes desechables ni las utilices más tiempo del recomendado.
- Además, sigue las instrucciones de tu óptico-optometrista en cuanto al manejo limpieza de las lentillas. Si no las conservas de manera adecuada, se pueden formar depósitos de proteínas en su superficie.
- Del mismo modo, no utilices lentillas deterioradas.
- Por supuesto, nunca las compartas con otra persona, ya que esta práctica incrementa el riesgo de infecciones oculares y conjuntivitis.
- Por otro lado, no duermas con ellas si las lentes de contacto en estas diseñadas para el uso nocturno. Además, no todas las personas se pueden adaptar a esta modalidad, incluso con las lentes adecuadas.
- Por último, acude a tu contactólogo para revisiones periódicas o cuando notes algún tipo de inconvenientes oculares, como son la irritación o la visión borrosa.
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